Carta Presidentes
El abordaje interdisciplinar surge en Oncología a mediados de la década de los 70, con la comprobación de que el tratamiento sistémico mejora la tasa de largos supervivientes que hasta entonces reportaban la monoterapia con cirugía o con radioterapia. Además, se empieza a conseguir la preservación del órgano enfermo (en nuestro caso la laringe) con la racionalización de las técnicas terapéuticas disponibles. Estas ganancias reclamaron el acercamiento de todos los especialistas dedicados al diagnóstico y tratamiento del cáncer. Desde entonces se han ido implantando en España los Comités de Tumores, y actualmente la gran mayoría de los hospitales, incluidos hospitales privados, los han adaptado, convirtiéndose en enseña de calidad de su práctica asistencial.
El trabajo interdisciplinar pues, es clave para garantizar el éxito del tratamiento oncológico. Este hecho, ha demostrado ser muy importante en el cáncer de cabeza y cuello. Se estima que un comité de tumores cambia la decisión de un médico individual en 1 de cada 4 casos presentados. Se ha demostrado el impacto de los equipos multidisciplinares sobre los indicadores de calidad clínica: mayor adherencia al tratamiento, reducción de los intervalos diagnóstico-tratamiento. Incluso, hay datos que avalan el impacto sobre la supervivencia que supone tomar la decisión de tratamiento sobre un paciente con cáncer de cabeza y cuello de manera interdisciplinar.
Los grupos cooperativos oncológicos son grupos independientes (también llamados académicos), generalmente asociados a un tipo de tumor o grupo de tumores de un área anatómica, que surgen con la inquietud de mejorar el manejo y la información con relación a su tumor, así como atraer de forma rápida el progreso y la innovación en su ámbito de acción. En España, los investigadores de los diferentes procesos tumorales se han asociado desde hace más de 20 años para promover la investigación clínica, epidemiológica y traslacional académica. Estas asociaciones formaron los Grupos Cooperativos, que actúan como redes estables de investigación independiente en cáncer. Hasta ahora estas organizaciones han sido poco interdisciplinares.
Así, el grupo cooperativo español para el tratamiento del cáncer de cabeza y cuello (TTCC) se fundó en 2001 por un grupo de oncólogos médicos y así se ha mantenido hasta hoy. A pesar de la ambición de sus objetivos, su estructura era limitada y basaba su desarrollo fundamentalmente en el trabajo de los miembros de su Junta Directiva. En la actualidad, con la rápida especialización de los ensayos clínicos, su estructura se hizo insuficiente para ser competitivo a nivel global en la captación de ensayos clínicos de primer nivel. Además, debíamos adaptarnos a la necesidad de sus miembros de una formación continuada de calidad y acercarnos a las necesidades de todos sus asociados.
GEORCC nació en paralelo en el año 2007, formado en exclusividad por oncólogos radioterápicos con los mismos objetivos y centrándose en el mismo tipo de paciente que el TTCC. Su estructura era aún más limitada, no disponiendo de ningún tipo de personal adscrito y casi toda su actividad estaba basada en la docencia.
Por tanto, si en la práctica clínica diaria de los hospitales ya se ha instaurado el modelo interdisciplinar de atención al paciente, es lógico concluir que grupos cooperativos de diferente especialidad, pero con objetivos comunes en un mismo tipo de paciente deberían trabajar como un único grupo. Desde hace unos años TTCC y GEORCC han ido acercando sus posturas, entendiendo que la mejor forma de avanzar es trabajar juntos. El primer paso se dio en formación, realizando conjuntamente el curso de formación conjunta en tumores de cabeza y cuello. Las posturas se fueron acercando y, en febrero del 2017, se crea el primer grupo cooperativo interdisciplinar en cáncer de cabeza y cuello, con el objetivo de ofrecer la mejor cartera de servicios a los pacientes con esta enfermedad, potenciar la investigación clínica y conseguir que los pacientes puedan acceder de forma rápida a la innovación terapéutica. Además, creando un plan docente común para las 2 especialidades aseguraremos la formación continuada de todos nuestros asociados.
Tenemos tres grupos de trabajo para acercarnos a los retos actuales. Un grupo de ensayos clínicos para desarrollar estudios académicos en nuestra patología. Un grupo de docencia que establecerá el plan docente del grupo de forma bianual y un grupo de atención al asociado que no sólo atenderá a las necesidades de nuestros socios, sino que también se acercará a los pacientes.
Dr. Ricard Mesía
Presidente TTCC
Dr. Jordi Giralt
Presidente GEORCC